Adaptógenos: el estímulo necesario

¿Qué es un adaptógeno?

Las sustancias adaptógenas estimulan la capacidad regeneradora de nuestro organismo, reactivándolo para que recupere el equilibrio según las necesidades particulares de cada uno. Es decir, los adaptógenos normalizan las funciones alteradas y fortalecen las comprometidas.

Los adaptógenos son plantas bien identificadas, con efectos muy evidentes y utilizadas desde antiguo, sobre todo por la medicina china y la medicina ayurveda. Eran las llamadas “hierbas reales”, usadas en momentos de grandes desafíos, como antes de la batalla, caza, grandes viajes, supervivencia en zonas de clima extremo, ya que ayudaban aumentando la resistencia al estrés, situaciones de cambio y tensión. De hecho, las plantas adaptógenas más conocidas provienen de estas medicinas, por ejemplo: ginseng, rhodiola, ashwaganda, shisandra, eleuterococo (o ginseng siberiano), withania (ginseng indio), reishi… Cada vez se unen más plantas y setas a la lista de adaptógenos.

Los adaptógenos se investigaron de forma científica a partir de la década de 1970. Al parecer, el médico Nikolai Lazarov recibió el encargo de parte del gobierno ruso de encontrar sustancias que mejoraran la productividad de los trabajadores y dieran una ventaja competitiva a sus atletas, cosmonautas y militares. Su colega el doctor Brekhman entró en profundidad en el estudio de plantas de uso tradicional, basando sus investigaciones en la idea de que las plantas que han sido capaces de superar glaciaciones y de prosperar en medios inhóspitos y condiciones de alto estrés deberían haber desarrollado moléculas para poder sobrevivir y adaptarse. Pensó que estas moléculas debían ser igualmente útiles para la adaptación de las personas que las ingiriesen. Es decir, que transfieren sus cualidades de supervivencia a las personas, como se ha visto confirmado actualmente con la xenohormesis. De 4.000 plantas estudiadas sólo 12 fueron clasificadas como adaptógenos. Llamaron a estas plantas adaptógenos debido a su eficacia en la adaptación al estrés (1), (2), (3), (4) y su capacidad de aumentar la resistencia física (5), (6), (7), (26), (28).

Estas plantas muestran además efecto antiinflamatorio (8), (9) inmunomodulador y regulador de la respuesta endocrino-inmunitaria (10), (11), (12), (32), control metabólico y hormonal (13), anabolizante (14), (15),  efecto anticancerígeno (16), (17), (18), (33), ayuda ante los efectos adversos de la quimioterapia y radioterapia (19), (20), protegen frente a los radicales libres, con potentes propiedades antioxidantes y tienen tienen efecto nootrópico (10), (21), (22).

Unas son más eficaces que otras en alguno de estos efectos, si bien demuestran tener efecto en todas las esferas, en mayor o menor medida.  Según la medicina china, su efecto es global en todo el organismo, fortaleciendo la energia vital o chi (23).

¿Cómo funcionan los adaptógenos?

Estamos acostumbrados a los conceptos y tratamientos de la medicina hipocrática de los contrarios, es decir: anti-inflamatorios, anti-eméticos, anti-convulsivantes, anti-bióticos, anti-térmicos, etc. Sin embargo, cuando hablamos de adaptógenos nos encontramos ante un concepto diferente, ya que no podemos hablar de una relación concreta, o al menos esta relación no ha podido ser aún identificada (24). El efecto adaptógeno se explica mejor con las teorías de sistemas que con la relación causa-efecto. Es decir, como en el efecto sinérgico, la teoría de sistemas considera que un sistema es una entidad donde las partes se interrelacionan, son interdependientes y el resultado es mayor a la suma de sus partes. Además, un adaptógeno puede funcionar aumentando o disminuyendo la respuesta de un mismo sistema, algo que no vemos en otro tipo de sustancias (25).

• ¿Qué moléculas producen el efecto adaptógeno? Se desconoce qué moléculas originan el efecto adaptógeno, aunque diferentes estudios especulan con distintas moléculas (26), (27). En nuestras investigaciones, Rafael Cepa estudiando sobre los supuestos efectos anabolizantes de las hormonas vegetales llegó a la conclusión de que no son hormonas anabolizantes las que causan los efectos en los extractos de pino y de encina y que ninguna de las moléculas identificadas hasta el momento pueden explicar los resultados obtenidos. Por lo que dedujo que el efecto se debe a unas moléculas no identificadas y a las cuales llamó “ilexinas“. ¡Nos hace pensar que las ilexinas han surgido del mismo modo que se deduce que existe materia oscura por sus efectos, aunque nadie haya visto la materia oscura!  Si en un futuro se relacionan los efectos terapéuticos de los adaptógenos con alguna de las moléculas conocidas, las ilexinas de nuestros extractos adaptógneos Ilexinas serán una quimera, pero hasta el día de hoy no se sabe qué moléculas pueden ser.
• ¿Sobre qué tejidos o células actúan los adaptógenos? Todo el mundo coincide en que el adaptógeno regula los sistemas hormonal, inmunitario, metabólico, son potentes antioxidantes y en definitiva, protectores de todos los sistemas. Cada adaptógeno tiene más afinidad por unos sistemas que por otros, pero suelen actuar de forma global. Se habla que estimulan el eje hipotálamo-hipofisario y/o estimula las glándulas adrenales (25), la síntesis de neurotransmisores (27), o que activan el DNA y la síntesis de proteínas. Para no caer en divagaciones, nos queremos centrar en la revisión que hizo la EMA sobre los adaptógenos en el año 2008. La EMA es el organismo europeo responsable de la evaluación científica, supervisión y monitorización de las medicinas en Europa. Si bien esta revisión de la EMA ha quedado un poco desfasada porque desde entonces se han publicado cientos de nuevos estudios científicos (a los cuales hacemos referencia en este documento) que concretan más los efectos adaptógenos, queremos dar la perspectiva de aquéllo que la autoridad sanitaria ha aceptado hasta el momento.

Por lo tanto, podemos ver que el término adaptógeno está rodeado por ambigüedades que dificultan su uso a nivel científico y debe ser revisado para una mayor concreción.

Características de los adaptógenos, según la Agencia Europea del Medicamento

Según la EMA (29), estas son las características que identifican a los adaptógenos, todas ellas refrendadas por estudios científicos. Los adaptógenos son:

• Sustancias que tienen la capacidad de normalizar las funciones del cuerpo y de fortalecer los sistemas comprometidos por el estrés.
• No son tóxicas ni producen efectos secundarios.
• Sus propiedades farmacológicas no son específicas, sino que actúan incrementando la resistencia a un amplio rango de factores adversos desde el punto de vista biológico, físico y químico.
• Los adaptógenos son reguladores, normalizando el efecto en diferentes sistemas del organismo.
• El efecto del adaptógeno es tan acusado como profundos son los cambios patológicos en el organismo.

Y el documento de la EMA continúa aclarando que los adaptógenos no son tónicos ni estimulantes:

• Tónicos son sustancias que mitigan las situaciones de debilidad o falta de tono en todo el organismo o en determinados órganos. Se usan en condiciones de astenia. Para conseguir el efecto, se deben administrar varias dosis.
• Los estimulantes dan lugar a un aumento temporal de la capacidad de trabajo, dan sensación de euforia y aumentan la alerta y capacidad de concentración, seguida por un descenso de estas capacidades. Estimulan el sistema nervioso simpático. Una sola dosis ya da lugar a estos efectos.
• Los adaptógenos aumentan la capacidad de trabajo físico y mental, sin seguirse de un descenso. Incrementan la capacidad del organismo para adaptarse a los factores ambientales y evitar el daño por dichos factores. No actúan estimulando el sistema nervioso como los estimulantes, sino por medio de regulaciones metabólicas y la modulación de la respuesta al estímulo.

Los adaptógenos se describen como promotores de la resistencia del organismo frente a diferentes tipos de estrés. Su campo de acción es mucho más amplio que el del resto de sustancias habitualmente utilizadas, que se dirigen a un síntoma concreto.

Conclusión de EMA

La EMA admite que los adaptógenos mejoran la calidad de vida en general, tienen efectos terapéuticos sobre situaciones de estrés y enfermedades relacionadas con el estrés y tienen un impacto positivo sobre la calidad de vida. Si bien en los comentarios preliminares (30) concluyen que el concepto adaptógeno puede ser considerado en la medicina oficial (y ya se encuentra incluido en la Farmacopea de la Federación Rusa, en la de Japón, en la Ukraniana y en la europea), unos meses después dictaminan que no se autoriza que el término adaptógeno sea todavía utilizado en la terminología de la práctica clínica y farmacológica, puesto que se precisan más estudios y en definitiva, mayor evidencia científica sobre estudios en humanos y para conocer sus mecanismos de acción, admitiendo que hay datos suficientes que justifican que se continúe investigando en este campo (hablamos del año 2008).

Últimamente vemos una gran cantidad de plantas clasificadas como adaptógenos, incluso complementos que se anuncian como adaptógenos y que en su composición contienen estimulantes. Creemos que realmente es preciso una regulación oficial en este terreno, para evitar en lo posible la utilización del término de forma imprudente y/o con objetivos de marketing.

Estimulador, no estimulante

Hay muchas palabras que definirían a los adaptógenos: reguladores, regeneradores, revitalizantes, reactivadores, restauradores, moduladores, vigorizantes, energizantes, fortalecedores, estimuladores. Quizás, una de la que mejor los define para nosotros y desde nuestra experiencia con Ilexina es estimulador, que no estimulante. Como decíamos antes, los estimulantes hacen un efecto puntual y cuando se acaba su vida de horas, el efecto desaparece y con efecto rebote. Pero los adaptógenos son capaces de generar un estímulo a un nivel más global y conseguir que el cuerpo utilice sus propios recursos de forma modulada, aumentando la resistencia y normalizando las funciones. Su efecto no es puntual, ya que restituye el sistema al cabo de un tiempo variable de tomarlo, no generando ningún tipo de dependencia ni efecto rebote.

¿Efectos secundarios?

Como sustancias químicas que son, entendemos que a pesar de tantos estudios que muestran efectividad, deben darse casos de efectos secundarios. En la práctica médica, Rafael Cepa ha constatado casos de nerviosismo y excitación por la ingesta de complementos de ginseng (el adaptógeno de uso más extendido desde hace años) y entendemos que se pueden dar casos de sensibilidad o de sobredosificación (31), (23).

No consideramos que existan medicinas milagro, que puedan solucionarlo todo. Por ello, queremos dejar claro en qué casos funciona nuestro extracto y también cuando no utilizarlo en Indicaciones de Ilexina, puesto que tenemos una larga experiencia de uso y seguimiento de las personas que han tomado Ilexina.

Ilexina como adaptógeno

• Disminución de la síntesis de hormonas:
  • Personas en declive hormonal: mujeres en menopausia, premenopausia y hombres de edad madura.
  • Envejecimiento en general.
• Desajustes hormonales, sean hombres o mujeres.
• Aumento de los requerimientos, especialmente en deportistas: en el deporte Ilexina muestra efecto anabolizante, ayudando a crear masa muscular y como booster o energizante a la hora del entrenamiento. También ayuda a la recuperación postentreno y en sobreentrenamiento.
• Situaciones de depleción: cansancio, estrés y convalecencia. Provee de vitalidad, capacidad de recuperación y resistencia y mejora la capacidad para afrontar las situaciones.

Ilexina también muestra otros efectos descritos en los adaptógenos, como mejora de patologías inflamatorias, mejora de las funciones neurológicas (como explicamos en nootrópicos), regulación del metabolismo (mayor facilidad para controlar el peso, menos apetencia de comer entre horas); si bien el efecto como “adaptógeno hormonal” es el que claramente destaca.

El adaptógeno nos ayuda a mantener la estabilidad a través de los cambios, a adaptarnos a tantas situaciones que nos superan.

Realmente, la naturaleza nos provee de todo lo que necesitamos. No podemos más que expresar nuestra gratitud.

Referencias

(1) https://www.jstage.jst.go.jp/article/jphs/93/4/93_4_458/_article gingko

(2) http://www.chiro.org/nutrition/FULL/Adaptogenic_Herbs.shtml estres

(3) https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/19188053

(4) https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/17850106

(5) https://www.tandfonline.com/doi/full/10.3109/13880209.2011.560162

(6) https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/20308973

(7) https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/26609282

(8) https://search.proquest.com/openview/87c38bf95c6db76c878ce1a6c3fd3fda/1

(9) https://www.ajol.info/index.php/ajtcam/article/view/67963

(10) https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/23195818

(11) https://www.naturalmedicinejournal.com/journal/2012-03/costimulatory-effect-velvet-antler-proliferation-human-t-lymphocytes

(12) https://www.liebertpub.com/doi/abs/10.1089/acm.2017.0183

(13) https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/23675006

(14) https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/24741953

(15) https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/23195818

(16) https://www.ajol.info/index.php/ajtcam/article/view/67963

(17) https://www.ajol.info/index.php/ajtcam/article/view/67963

(18) https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/26107240

(19) http://mederifoundation.org/file_download/inline/1f096a12-a469-4860-89fa-85433c1daa9f

(20) http://nopr.niscair.res.in/bitstream/123456789/17525/1/IJEB%2039%283%29%20185-190.pdf

(21) https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/15656916

(22) https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/27713248

(23) https://www.naturalmedicinejournal.com/journal/2012-03/siberian-ginseng-review-literature

(24) https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/28640972

(25) https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/16261511

(26) (9bis4) https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/24741953

(27) https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/22347152

(28) https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.3109/13880209509055216

(29) http://www.ema.europa.eu/docs/en_GB/document_library/Scientific_guideline/2009/09/WC500003646.pdf  EMEA

(30) http://www.ema.europa.eu/docs/en_GB/document_library/Other/2009/09/WC500003649.pdf

(31) http://rhodiolarosea.org/Web-Rhaponticum.pdf#search=%22carthamoides%22

(32) https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/10394302

(33) https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/26107240

Marta Villén Vega

© 2018. Obra original bajo licencia CC BY NC 3.0